Antes de nada, darle las gracias tanto a Babelio como a la editorial por el envío del ejemplar.
Si sois de mi generación, a la mayoría de vosotras este libro os sonará. En mi casa, he crecido con estos cuentos con pictogramas, y me pasaba la tarde entera leyéndolos. Es una muy buena forma de aprendizaje y de fomento de la lectura, porque es una especie de transición del libro "solo de dibujos" a un libro de texto propiamente dicho.
Este tipo de ediciones también son muy importantes para la asociación de conceptos, y que en su mente se puedan ir forjando una idea visual de cómo se representa lo que se menciona en la obra. Son libros ideales para niños que ya tienen soltura leyendo y sus familiares esperan que pasen a un nivel más alto. O incluso con un nivel bajo, siendo acompañados de un adulto, y que ellos averigüen que quiere decir cada pictograma.
Más allá de la intención didáctica y pedagógica de este libro, Clásicos con pictogramas acerca la literatura popular a los niños con cuentos como Caperucita roja, Bambi, los siete cabritillos, patito feo.... Es decir, cuentos populares que todos conocemos.
Por otro lado, mi edición de los 90 poco tiene de comparación con esta, con una encuadernación acolchada, cómoda al tacto para un niño pequeño y con una tipografía brillante que llama la atención. Justo las cualidades necesarias que invitan a la lectura.