Título: El principito.
Autor: Antoine de Saint-Exupéry
Encuadernación: tapa blanda
Páginas: 96
Editorial: Salamandra
Fecha: 1943
Autor: Antoine de Saint-Exupéry
Encuadernación: tapa blanda
Páginas: 96
Editorial: Salamandra
Fecha: 1943
Uno de los clásicos de la literatura para niños, que en el criterio de muchos debe ser leído y comentado por un adulto, pero también un indiscutible libro para adultos. Mediante la figura de un principito que vive en su propio asteroide, el autor trata sobre los valores humanos y enseñanzas para la vida.
Recuerdo perfectamente cuando mi padre me había dicho de leer El Principito de pequeña, en francés, para así poder practicarlo con una lectura sencilla. El caso es que desistí al primer capítulo y nunca más volví a cogerlo. Ahora con 21 años volví a cogerlo entre mis manos, en español, ya que el francés lo dejé hace un par de años de lado, y en parte me alegro de haberlo hecho ya que es un libro que significa para muchas personas toda una infancia.
Es un libro que lo puede leer tanto niños como adultos, es un libro, que según muchas personas, se debería ir leyendo pasados los años para poder comprender de una manera diferente la historia que se nos cuenta. Un niño al leer este libro ve y lee únicamente lo que está escrito, no encuentra esa gran carga metafórica que una persona de 20 o 40 años pueda encontrarle.
Al empezar este libro con 21 años me fijo más en esas continuas metáforas que se encuentran en El Principito en vez de la llaneza y la simpatía que le puede encontrar un niño de 8 años en relación con todos los dibujos que abarcan la historias, los cuales he de decir que son maravillosos.
Puntuación: 3.5
Es un libro tan único que cada frase escrita podría llegar a ser una cita. La parte final no esperaba que fuese tan nostálgica, ya que en ella se habla de la belleza de las cosas que debemos aprender a ver, de la esperanza, de las promesas de amor que hace cada persona...
Estoy 100% segura que si lo hubiese leído de pequeña me hubiese gustado muchísimo más, pero como soy tan "terca" con algunas cosas, no ha podido ser así. Por lo tanto animo a todo el mundo a que se lo lea a sus hijos, hermanos pequeños o sobrinos a una edad temprana para que se maravillen con esta historia. Y, si ya lo habéis leído, os animo a leerlo otra vez y a disfrutarlo mucho más de lo que habéis hecho años atrás.