¡Hola! Hoy os traigo la reseña de El encuadernador. Es un libro que tan pronto vio la luz sabía que me iba a gustar, y no sé si han sido las altas expectativas pero al final no me ha logrado convencer del todo, y eso que considero que ha sido una buena lectura. El encuadernador nos relata la historia de Emmet, un chico que debido a una fuerte enfermedad que sufre, sus padres han perdido toda la esperanza en él. Pero Seredith, la encuadernadora del pueblo, decide reclamarlo para que sea su aprendiz. Y a pesar de que sus padres no estén a favor de la lectura y uso de los libros, aceptan que se vaya con ella.

Emmet en un principio no estaba muy convencido, incluso los primeros días volvió a enfermar con la conocida enfermedad del encuadernador. Seredith le enseñó un mundo que va mucho más allá de las historias de los libros, en el que el arte de la encuadernación transciende el simple acto de guardar un libro.

Con esta premisa, la trama podría interesarle a cualquiera, y yo soy una de esas. La historia está dividida en tres partes en las que se hacen saltos temporales y cambios de voz, y esto último es lo que ha dificultado, en mi opinión, la lectura. Al principio resultaba un poco confuso, pero una vez que te adaptabas a la historia cobraba sentido. Aun así, mi parte favorita es la primera, la cual está más centrada en el tema de la encuadernación y en las dos últimas se tornan en una historia de amor. Muy bonita, sí, pero para mí innecesaria. La encuadernación se relega a un segundo plano y toda la magia del libro se pierde, de ahí mi puntuación. Si hubiese equilibrio entre ambas sería una historia de 5 estrellas, pero como el peso de ambas tramas es totalmente diferente, ha conseguido que mi principal atracción hacia este libro se haya reducido considerablemente.

Por otro lado, en cuanto a los personajes, Emmet me ha gustado mucho, al igual que Seredith. Sobre todo esta última, cuyo entusiasmo por los libros y por proteger sus historias me cautivaron durante toda la historia. Al fin y al cabo, esa es mi propia pasión. La autora, gracias a su pluma, ha conseguido crear unos personajes muy completos y pocas veces se ha visto una construcción tan buena, así que espero seguir leyendo más publicaciones suyas.

Si os gustan las historias sobre libros con mucho romanticismo, El encuadernador es vuestra historia.