El infinito en un junco, Irene Vallejo.
Hay libros en tu vida que no dejan huella y otros que te marcan para siempre. El infinito en un junco a mí me ha marcado para siempre. Es más, ha alcanzado el pódium de los cinco libros que recomendaré toda mi vida. Es cierto que últimamente se me ha dado por leer mucho ensayo, y es un género que jamás creí que encajaría conmigo. Irene Vallejo me ha transportado a distintos momentos de su vida en los que me vi reflejada por completo. Cada palabra, cada recuerdo, cada sensación la sentí como propias y nunca me había pasado algo parecido. Todo lo que escribió Vallejo lo acabé extrapolando a mi propia experiencia y esto conllevó a que la lectura fuese mía. Mía en el sentido de seguir cada paso que daba la autora. Mía en el sentido de que en mi futuro próximo yo quiero ser la que hable de estos temas. Simplemente ha sido mi lectura.
Y tan lectura que me ha llevado casi 6 meses terminar este libro. Jamás pensé que tardaría tanto tiempo en leer algo, y no porque no me gustase, sino todo lo contrario, no quería que terminase nunca. El infinito en un junco nos relata la historia del libro. Desde la primera vez que alguien decidió plasmar unas simples cuentas hasta el día de hoy, dónde prácticamente nos comunicamos por escrito diariamente vía redes sociales. Se centra principalmente en el desarrollo de la Biblioteca de Alejandría como punto de partida y separa su obra en dos bloques: la Antigua Grecia y la Antigua Roma. Siendo totalmente sincera, la primera parte la disfruté mucho más que la segunda, pero esto se mide en miligramos.
La pluma de Irene Vallejo es tan ligera y atrayente que te empapa enseguida tanto en la historia como en sus propias experiencias. Creo que nunca había visto una bechamel tan bien hecha entre la autobiografía con la no ficción desde las croquetas que hizo mi abuela este mediodía. Además, la forma en la que relata todos los hechos siempre tiene una pizca de reivindicación que hace la narrativa aun más bonita. No me gustaría explayarme en lo que viene siendo la trama de la novela porque prácticamente se deduce en lo que ella misma se refiere con "la historia del libro". Es una obra que hay que saborear lentamente y saber entenderla. Y ojalá podáis hacer lo mismo quiénes la leáis.
Si sentís curiosidad acerca de la historia del libro, y de cómo este se fue desarrollando en el paso del tiempo sin tener que recurrir a un tedioso manual. El infinito en un junco os resultará una lectura agradable y placentera.
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