Antes de nada, darle las gracias a la autora y las chicas con las que he tenido la oportunidad de hacer la lectura conjunta.

La divina tentación de Eneida Wolf es de esos libros que te atrapan desde el primer capítulo. Se trata de un libro de época, ambientado en la Barcelona de 1911 y cuyos personajes odias y amas por momentos. En general sueles amar más que odiar, ya que la protagonista, Cristina, es de esas que consiguen captar tu atención. Su personaje ha conseguido que esta lectura fuese amena, divertida y enternecedora.

Debido a la misteriosa muerte del mejor amigo de su hermano en el casino de l’Arrabassada, Cristina y su hermano se ven envueltos en una trama de la que será difícil escapar. Pero ese suceso no es el único que sucede en la misma noche, sino que Cristina conoce a un hombre que despertará mucho más que su curiosidad. En un principio se creía que había sido un suicido, pero junto al cuerpo había una nota con unos versos de La divina comedia de Dante similares a los que había encontrado cuando había muerto su hermana pequeña.

Ya solo con la premisa del libro, estamos ante una novela que mezcla el romance con el misterio, y la autora consigue entrelazar ambas ramas perfectamente. Me ha gustado mucho sumergirme en la Barcelona del siglo XX, y es un lugar del que no me hubiese gustado marchar, por lo que la ambientación en sí es fantástica. Por otro lado, tanto la trama como los personajes al principio es bastante lioso, pero a medida que vas avanzando ya se va clarificando poco a poco quién es quién. Aunque me hubiese gustado saber mucho más de los personajes secundarios, ya que los finales de algunos se han quedado suspendidos en el aire. Si tuviese que ponerle algún pero, sería que al principio se me hizo complicada la lectura hasta el capítulo 15 (pedazo plot twist), pero a partir de ahí la trama cogió ritmo y consiguió que no despejara ojo de la lectura.

Si os gustan las novelas ambientadas a inicios del siglo XX, con un toque erótico y mucho misterio, La divina tentación es vuestra novela sin duda. Conseguirá atraparos, enamoraros, intrigaros y reír mucho con Cristina.